jueves, 26 de mayo de 2011

I'm a barbie girl

Vivimos engañados creyendo que el sexo era un acto creíamos que estábamos realizando un verbo, la verdad es que no consiste tan solo de un acto, un momento o un sentimiento no es tan sencillo como algunos lo presentan; quien está arriba o abajo representa algo más relevante que una posición corporal. Al hablar de quien está arriba realmente nos encontramos ante una posición social que tan importante eres dentro de una estructura social.

Haciendo la salvedad que no poseo ningún conocimiento sobre antropología ni se sobre el análisis de los humanos y sus formas de organización, me atrevo osadamente a afirmar que el sexo ha creado las relaciones jerárquicas de nuestra sociedad.

Para probar mi afirmación sugiero que tomemos un caso hipotético en el cual una sociedad le enseña a sus mujeres que son inferiores a los hombres, que dependen de ellos y los necesitan para vivir. Se le enseña a la mujer que debe trabajar en el hogar con el único objetivo de complacer al hombre y todo lo que ella desee está sujeto al hecho de que su esposo o padre debe aprobarlo.

Supongamos que dicha sociedad avanza y algunas mujeres logran un cambio, ahora pueden salir a trabajar, pueden separarse de alguien que las maltrata y la ley declara que ellas se encuentran en igualdad de derechos con los hombres.

Ahora, continuando con en la historia de dicha sociedad hipotética, imaginemos que un día una mujer se da cuenta que el concepto que existe sobre su género no se ha transformado tanto como la ley lo predica, porque algunos hombres siguen creyendo que la mujer es inferior en más de un sentido, que la mujer es un objeto sexual, un medio para reproducirse, que esta para el servicio de ellos. Irónicamente esta mujer se ríe, ¿de qué?, de ellos, de que no se hayan dado cuenta aun de que estamos en la cocina porque lo disfrutamos, que estamos en una oficina porque así lo queremos, que nos dimos cuenta hace mucho que somos el motor del mundo, que somos inspiración de poesía y hasta escritos académicos de economía como uno en el que definen la entrada de la mujer en el mercado laboral y dice Navarro: “¡Esta liberación no tiene por qué significar – como los conservadores cristianos temen – el fin o la dilución de la familia”.

De eso se ríe esta mujer, de escuchar tantas comparaciones sobre la relación del hombre con la mujer; escuchar cuanto estarían dispuestos a dar por ellas, que son como cd’s que si no te alcanza para uno te quedas con el otro etc. Se ríe de saber que son ellas quienes han tomado las riendas de su destino y sin la intención de dominar al hombre o pretender ser superiores, les han mostrado que son el motor del mundo. Supongamos esta vez que esa mujer se sienta frente a un computador y les cuenta a algunos lectores imaginarios esta historia

Como última petición a su imaginación, supongamos que el siguiente video es real y que eso es lo que se les enseña a las mujeres de dicha sociedad hipotética

http://www.youtube.com/watch?v=zEzh10_xoqw

….Supongamos que la mujer está arriba …..

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